El próximo jueves 14 de junio vamos de visita al colegio Celso Emilio para compartir momentos de juego y de merienda con nuestros futuros compañer@s, para agradecerle su hospitalidad estamos preparando unos detallitos, PERO GUARDARNOS EL SECRETO, ES UNA SORPRESA!!!.
REFLEXIONEMOS!!! Hace
ya muchos años, le preguntaron a Loris Malaguzzi cómo vivían niños y niñas el
paso de las escuelas infantiles de Reggio Emilia, a la escuela primaria; y
acerca de lo que consideraba necesario revisar en la educación obligatoria.
Su respuesta sigue vigente, más de
veinte años después:
“Entre
la enseñanza infantil y la enseñanza primaria, debería haber una continuidad
dialéctica. En todo caso, nuestros alumnos tienen las herramientas
imprescindibles para aprender, el gusto y el interés por hacerlo y un saben
utilizar el propio pensamiento,
la reflexión personal, para resolver los interrogantes que se les presenten.
Si
la escuela obligatoria, primaria, les permite exteriorizar toda la carga
creativa que llevan dentro, niños y niñas la exteriorizarán en la escuela, de
lo contrario acabarán exteriorizándola en otros entornos.
Sería
deseable que la escolarización obligatoria pusiera más énfasis en el concepto «aprender», desde la óptica del alumno, que en el de «enseñar».
El
aprendizaje, basado en la autonomía y en el placer del descubrimiento, es un deseo
de todos los niños, pequeños y mayores.
Los
altos índices de fracaso escolar tienen mucho que ver con esa pedagogía
transmisiva que anula el protagonismo y la personalidad de los niños y niñas.
Los
alumnos mayores están cansados de ese modelo de escuela; es necesario construir
para ellos una escuela más amable.
Y
con este deseo de una escuela más amable para los “alumnos-niños” (conceptos inseparables, para Malaguzzi), apuesto por
una escuela intercultural y tengo el convencimiento de que en la formación del
profesorado, ha de haber una
reflexión permanente sobre cómo aprenden los niños/as, como darles espacio para que sean nuestros guías; y
cómo hacerlos verdaderos protagonistas de la experiencia educativa”.
Reflexión final
“Los niños me enseñaron
lo que les podía enseñar
y esa fue la dirección que tomé”
Loris Malaguzzi –Fundador
de las Escuelas de Reggio Emilia en Italia
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